MEDIACIÓN Y ASESORAMIENTO INMOBILIARIO. TE EXPLICAMOS SUS DIFERENCIAS

MEDIACIÓN Y ASESORAMIENTO INMOBILIARIO

¿Sabías que la mediación y el asesoramiento inmobiliario son dos cosas completamente diferentes? Si buscas comprar un piso o necesitas vender el tuyo a través de una agencia inmobiliaria es imprescindible que tengas claro estos dos conceptos.

MEDIACIÓN Y ASESORAMIENTO INMOBILIARIO


La mediación inmobiliaria es la actividad encaminada a poner en relación al propietario de un inmueble con un tercero. El objeto de la mediación es que ambos puedan concertar un contrato determinado como por ejemplo, compraventa, alquiler, etc. respecto al bien en cuestión. En el caso de la mediación se retribuirá a favor del mediador la comisión acordada. Tal y como dicta el Tribunal Supremo:
«Cuando la gestión resulte determinante para el buen fin o éxito del encargo realizado. Todo esto, con independencia de que la venta se lleve a cabo sin su conocimiento y del precio final que resulte de la misma


En ciertas ocasiones la agencia inmobiliaria además de mediar entre partes también puede prestar servicios de asesoramiento inmobiliario. Si esto sucede se encargará de orientar al cliente en temas legales, financieros, tributarios… todo lo relacionado con la compraventa que se va a efectuar.

El asesoramiento será decisivo para que la operación pueda cerrarse sin problemas y requerirá que la inmobiliaria disponga de expertos profesionales cualificados que presten este servicio.

Principales diferencias entre mediación y asesoramiento inmobiliario

Una mediación se trata de poner de acuerdo a dos partes que tienen intereses diferentes, por ejemplo, comprar y vender un piso. El mediador recibe encargos de comprador y vendedor, busca que ambas partes se pongan de acuerdo y suscriban un contrato de compraventa o de alquiler.

MEDIACIÓN Y ASESORAMIENTO INMOBILIARIO

El asesoramiento inmobiliario es ayudar al cliente a navegar por el mercado inmobiliario y de la vivienda, ofreciéndole información sobre las tendencias y condiciones actuales. Por ejemplo, informar del precio medio de la vivienda en una zona determinada, ayudar con una oferta o aconsejar sobre el estado legal de una propiedad. Es decir, la tarea de un asesor es ofrecer servicios adaptados a las necesidades de sus clientes a la hora de compra una vivienda.
El asesoramiento va más allá y abarca tareas tanto legales como fiscales:

  • Analiza el mercado para conocer el precio de compraventa de las operaciones recientes.
  • Hace un análisis estimado del valor y asesora sobre la tendencia del mercado.
  • Plan de marketing para anunciar la propiedad en los portales inmobiliarios o en la web de la empresa.
  • Si es una vivienda de segunda mano, adecúa la vivienda mediante técnicas de home staging.
  • Concierta citas para enseñar viviendas, y atender los días de visita.
  • Proporciona información a los interesados sobre hipotecas y los contactos con los bancos.
  • Hace los contratos de compraventa o alquiler.
  • Da asesoramiento legal y fiscal sobre las operaciones de compraventa o alquiler, así como información sobre los impuestos que deben abonarse en función de la operación.
  • En operaciones de compraventa de vivienda nueva, sobre plano, controla y solventa cualquier percance en las obras.
  • Acompaña a los clientes en la firma de la compraventa de la vivienda.
  • En el caso de los alquileres, pueden dar un servicio integral. Renovación de contratos, incidencias en inmuebles, asistencia y asesoramiento jurídico, intermediación entre inquilino y propietario…

Lectora voraz desde que era una niña, pronto aprendió a contemplar el mundo con la mirada entre curiosa y soñadora de quienes aman los libros.